“La vía chilena al socialismo 50 años después” es el nuevo libro realizado por Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), en el que más de 80 autores y autoras confluyen con sus trabajos para producir una gran reflexión histórica sobre las izquierdas latinoamericanas. Tres de esos autores son investigadoras del Programa de Psicología Social de la Memoria de la Universidad de Chile (Loreto López, Isabel Piper y Caterine Galaz), quienes dan vida al capítulo “Memorias rebeldes: El recuerdo de la Unidad Popular y Salvador Allende durante la posdictadura en Chile”.                      Se trata un hito historiográfico y un extraordinario ejercicio de memoria que ilumina, desde una multiplicidad de lecturas, la experiencia de la Unidad Popular y el gobierno de Salvador Allende.                                                                                       Los textos, compilado por Robert Austin Henry, Joana Salém Vasconcelos, Viviana Canibilo Ramírez apela a las memorias para construir una aproximación crítica y comprometida de uno de los acontecimientos más impactantes del siglo XX latinoamericano.  Revisa y descarga el libro completo aquí

Lee la entrevista a una de las autoras del capítulo, la antropóloga Loreto López.

 “La figura de Allende es una memoria rebelde, porque hoy se desacata la forma de recordarlo que impuso la dictadura, y porque alimenta la rebeldía del movimiento actual”.

  1. ¿Cómo y desde dónde ha resurgido la figura de Allende como ícono en el último levantamiento social?

-La figura de Allende ha surgido en las gráficas callejeras, en rayados y consignas que aparecen en los muros y que se usan en este levantamiento que tienen que ver con el ideario de lucha de la Unidad Popular. Hay referencias también a los discursos o al último discurso de Salvador Allende. Podríamos decir que es un uso emblemático, iconográfico. Aunque todavía no sabemos qué nivel de profundidad tiene esa referencialidad a un pasado que se identifica como un pasado revolucionario.

  1. ¿Qué significa Allende para las nuevas generaciones?

– Es una interrogante. No sabemos qué profundidad adquiere la figura de Allende. La figura de Allende nos permite conectar con algo más grande que es el proyecto del gobierno Popular. Con un período, un momento de transformaciones radicales. Entonces no sabemos bien si esa referencialidad al pasado tiene una cierta profundidad en relación con el entendimiento del proyecto de la Unidad Popular o la necesidad o la intención de recuperar algo de ese ideario, de ese horizonte ideológico y de esa propuesta de sociedad. Entonces para las nuevas generaciones es probable que sea un repertorio al que uno le puede echar mano para poder sintonizar o comunicar una intención radical y revolucionaria. Pero no sé si eso se traduce en la recuperación del proyecto, del ideario, de una cosa más profunda. Pero sí se usa a nivel emblemático, sirve para comunicar, para situar un mensaje desde ese ánimo más radical.

  1. ¿Cómo se ha reconstruido su memoria lejos de las memorias hegemónicas que se construyeron sobre él y su modelo. ¿Por qué es una memoria rebelde?

– Nosotros planteamos en el libro que es una memoria rebelde en dos sentidos. Creemos que con el levantamiento se abre un contexto nuevo para su recuerdo, que entra en rebeldía contra la forma en como se había venido recordando a Salvador Allende y la Unidad Popular. En ese sentido es una memoria que se rebela, que desacata esa manera de recordar, ese orden de memoria que se había construido sobre Salvador Allende, que como describimos en el capítulo era la memoria de la derrota e incluso del fracaso. Una memoria inclinada a lo trágico que no quería reconocer qué había significado para las masas movilizadas y sectores de la sociedad que eran los sectores políticos a los que apelaba. Y también es una memoria rebelde porque alimenta la rebeldía. Son memorias para la rebeldía, para una acción política contestataria al orden actual. Nuestra tesis es que las acciones políticas del presente demandan, necesitan un pasado y una memoria para articular su rebeldía actual. No se desarrolla en el vacío. Y tampoco hay que entender que apelar al período de la UP es el antecedente de estas rebeldías. No necesariamente, no es ese el sentido de la memoria. No es una continuidad histórica lo que estamos planteando ni una causa ni efecto. Sino que desde el presente se recurre a ese pasado.

  1. -Qué impacto tienen las redes sociales y el mundo virtual en este nuevo movimiento social.

Las redes sociales y la comunicación virtual han tenido una participación central y fundamental. Ha permitido articular formas de protesta y movilización que antes requerían una orgánica preconcebida, preestablecida. Lo que nosotros hemos visto desde el 18 de octubre en adelante es una masa movilizada que no responde a conducciones orgánicas y que ha permitido que gente que nunca había salido a protestar, salga. Entonces hay una serie de articulaciones. Por un lado pueden ser espontáneas, pero por otro lado permiten también que individuos más que grupos organizados se expresen en la movilización y la protesta y que, desde ahí, probablemente, emerjan nuevas orgánicas. Un poco lo que pasó con los cabildos y las asambleas, convocados a través de redes en cada territorio, a partir de lo cual se constituyen seguramente estas nuevas orgánicas territoriales. Por otro lado, la virtualidad permite construir un imaginario, una visualidad de la protesta que se va armando como repositorio de imágenes que además vienen del pasado y ya estaba disponible, como las letras de las canciones, etc. Entonces tenemos los Instagram con el registro visual que cada persona hizo y subió.

– ¿Cómo la creatividad y las rebeldías del pasado se unen a las presentes?

-No es que se unan, sino que más bien son convocadas por el presente. Porque a la memoria no se aplica el análisis que se le aplica a la historia. No hay una relación de causa y efecto o antecedente. No, aquí es el presente que convoca al pasado. Esa es la memoria. Y entonces porque estamos en este presente de levantamiento, de desacato, de desobediencia, frente a una posibilidad de transformación es que se convocan esas imágenes, esos periodos, esos personajes, esas canciones. No es que hay un pasado que está ahí y se va a unir al presente. No, es un presente que convoca al pasado.  Eso también ha pasado con las figuras del movimiento mapuche. Tenemos un conjunto de luchadores, referentes, personas, que hoy no solo aparecen porque han sido asesinadas, sino porque son un símbolo de lucha. Entonces es interesante ver también cómo se produce la necesidad de recurrir a figuras, donde el componente de la lucha y resistencia es muy evidente.